Una amiga hace poco, empezó a ir al sicólogo, a raíz de ciertas cosas que le han pasado... no es una depresión, es quizás un poco de HACIA DONDE VOY AHORA...
A la vez, y aunque me duela contarlo aquí, otra amiga, hace poco, decidió que estaba bueno de estar aquí, rodeándose de vida... y de tantos intentos no lo logró.
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Mi posición ante esas situaciones por lo general es no mezclarme, no opinar, a pesar de mi apellido, cada uno sabe de su vida y tiene sus razones, las que respeto 100%. De hecho, creo que no estoy de acuerdo con el que otros deban decidir por tí hasta cuando quieres extender tu vida, me refiero a que no me gusta que te aferren con lazos a la vida cuando tú no te sientes bien aquí... es perfectamente legal no sentirse? no lo sé... es cierto que las penas pasan, el pesimismo luego de unos días desaparece y es lo genial de la vida.... pero no lo sé.. hay personas que necesitan deshacerse de esa carga... algo así... me duele pensarlo, pero es así.
Sin embargo, cuando aquélla que yo quisiera llamar AMIGA tomó su decisión, me dolió.. y sufrí... como no lo hice con Don Jorge, como no lo hacía antes cuando lo oía en las noticias, como no lo hice conmigo. No me daba cuenta lo que nos aferramos a las personas, lo que nos importan... como soy de egoista que no quería dejarla ir... y quién soy yo para meterme en su decisión?
En fín...
a lo que iba realmente es que el tema del PSICÓLOGO me ha sonado fuerte... ha estado en mi agenda ultimamente... y eso me ha llevado a pensar... EN LO SOLOS Y POCO ESCUCHADOS QUE NOS SENTIMOS...
Se va al sicólogo, según yo (puedo equivocarme), a ser escuchado... y me pregunto si no será mejor hablar esas cosas con un amigo? o quizás nos avergûenza o quizas no nos sentimos en confianza como para hacerlo? no lo sé... pero me preocupa.
A menudo me digo, qué haría sin mis sobrinas... sin toda esa extensa gama de FAMILIA que tengo.. si no estuvieran ahí para compartir... a veces sin palabras, tu vida.
A veces, no me escuchan, a veces ( es que en realidad hablo taaaanto) no puedo contarles lo que me está doliendo como ahora... pero aún así es rico tenerlas conmigo, me ayuda a no estar triste.
Y cuando converso un poco mi pena... siempre me siento aliviada, siento que lo que me atormentaba en su momento no era tan grande.. no tenía nada de grave... al final era pena y nada más...
Quizás eso nos falta a las personas ESCUCHAR y SENTIRNOS ESCUCHADOS. Es una frase re-cliché y está en la palestra de muchas conversaciones culturales digamos... pero es real, lo sientes y lo percibes con los poros de tu piel... nos hace falta sentir confiados en otros para desahogarnos... no sé porqué nos avergonzamos a veces de ser quienes somos, de ser humanos y de no ser perfectos... pero, esa es harina de otro costal.
Me preocupa.. y mi consigna últimamente es ESCUCHA... HASTA Q TE CANSES Y MAS.. ESCUCHA... y lo hago... y me di cuenta que es divertido.. pero también me di cuenta que no preguntamos al otro sobre sí... o no sé.. Nos sentimos tan bien de poder hablar que por fín lo hacemos sin importar nada más... hablamos y botamos y botamos... y se nos olvidan los modales y la burocracia de la conversa...